AUTOESTIMA: ¿NUESTRA RESPONSABILIDAD?
Autor: Mg. Lilia Irene Portugal Chire
Introducción
Cada persona tiene en su interior, sentimientos que se manifiestan de diferente manera, de acuerdo a su personalidad, pero a su vez recibe influencia positiva o negativa de otros factores del entorno tales como: el factor físico, sentimental y emocional que pueden fortalecer o perjudicar el desarrollo de su autoestima.
Entonces: ¿Que es la Autoestima?
Es el sentimiento de valoración de nuestro ser, de nuestra manera de ser, del conjunto de rasgos físicos, mentales y espirituales que determinan nuestra personalidad. La autoestima se desarrolla, y va mejorando, en la medida en que nos aceptemos a nosotros mismos y recibamos muestras de aceptación y afecto de los demás.
La autoestima se va formando desde la infancia, desde que se empieza a formar un concepto de cómo nos ven nuestros padres, maestros, compañeros y amigos, así como las experiencias que vamos adquiriendo.
La persona, va desarrollando su autoestima y formando su personalidad dentro del ambiente familiar, que es el principal factor que influye en la formación de la misma, incorporándole a ésta los valores, reglas y costumbres; que la sociedad nos presenta.
Una adecuada autoestima influye positivamente en los en los niños(as) y adolescentes pues facilita el esfuerzo por aprender, aumenta la confianza en sí mismo, ayuda a superar los obstáculos que se plantean en la vida. Explora nuevas posibilidades y se arriesga con respuestas creativas y originales, se despoja de los sentimientos de superioridad y de inferioridad. Desarrolla la autonomía, siendo capaz de tomar decisiones y enfrentarse a metas de manera independiente.
En cambio una baja o inadecuada autoestima está constituida por los sentimientos no resueltos en nuestro interior, aunque no siempre seamos conscientes de ello. Estos sentimientos ocasionan conflictos en nuestro interior: sentimientos de inferioridad, dolor, ira, que con el tiempo se vuelven contra nosotros mismos.
La familia y la escuela juegan un papel muy importante en la construcción o reconstrucción de la autoestima de los niños/as y adolescentes. Esto depende del ambiente familiar y escolar y de los estímulos que estos brindan.
Existen padres, madres, docentes o cuidadores que humillan, desprecian, no prestan atención, lo comparan, se burlan o se ríen del niño(a) y/o adolescente, cuando pide ayuda, siente dolor, tiene un pequeño accidente, necesita que lo defiendan, expresan miedo, piden compañía, tiene vergüenza, etc., Estas actitudes provocan en él una gran confusión en su identidad y por consiguiente un peso negativo en su formación y en el desarrollo de sus capacidades.
La persona afectada, cuando es adulta, transmitirá la humillación o el maltrato a personas más pequeñas o vulnerables. Es una cadena hereditaria de abuso y poder. El maltrato emocional vivido en la infancia afecta en la vida adulta, convirtiéndose en una de las causas de la baja autoestima.
La violencia emocional se da también a las personas adultas, entre ellas: la violencia contra la mujer; la cual es humillada y maltratada y en muchos casos ella lo permite, porque no ha logrado desarrollar una autoestima positiva que le permita valorarse y poner un alto al maltrato.
El maltrato emocional y abuso de poder se da también en las esferas laborales; una muestra de ello es la actitud soberbia e insultante del actual gobierno hacia los maestros, pretendiendo descargar su responsabilidad sobre los errores del sistema educativo en los maestros; tratando de intimidarlos y hacerles sentir culpables. propiciando el decrédito ante la opinión pública. ¿Creen ustedes que con esa actitud se estará contribuyendo a elevar la autoestima de los docentes y por consiguientes mejorar la calidad educativa?
Conclusiones
· La autoestima se va construyendo o reconstruyendo por dentro. Esto depende del ambiente familiar y escolar y los estímulos que estos brindan.
· La autoestima de los niños/ñas y adolescentes se puede fortalecer motivando su autovaloración y siendo positivos con ellos, evitando la comparación, la ridiculización y la descalificación de la persona y facilitando que se conozcan, se acepten y procuren fijarse metas para mejorar.
· Está en nuestras manos el romper la cadena hereditaria de abuso y poder que dañan a nuestros niños(as) y adolescentes. Contribuyamos al fortalecimiento de su autoestima y por ende de su formación integral, enriquecida de valores que coadyuven al logro de una sociedad justa y fraterna.
